La mayor reserva mundial se encuentra en China y cada año se llegan a cortar hasta un tercio de las plantaciones, lo que equivale a su re-forestación natural. La planta madre del bambú genera cada año brotes nuevos que, en pocos meses, alcanzan su madurez y longitud de hasta 20 metros. De este modo, no es necesaria la re-plantación, como sucede en el caso de las maderas tradicionales que requieren la tala de los árboles. Si a ello le añadimos que el bambú absorbe, de promedio, un 30% más de CO2 que los árboles, quedan claras las ventajas medioambientales de este producto. Y gracias a los tintes naturales podemos tener suelos y revestimientos de bambú de casi cualquier tono que solicitemos. Hay suelos de bambú tanto para interior como exterior. A la hora de elegir un suelo o revestimiento con carácter, personalidad, dureza, y ecológico, no lo dudes, en el bambú tienes una buena alternativa.
martes, 1 de noviembre de 2016
BAMBU, revestimientos para suelos, paredes y puertas
Bambusoideae, es el nombre de una subfamilia de plantas que pertenecen a la familia de las gramíneas o poaceae, una de las familias botánicas más extensas e importantes para el hombre. Cuando el culmo es leñoso (una caña) su nombre vulgar es bambú. Los bambúes pueden ser plantas pequeñas de menos de 1 m de largo y con los tallos (culmos) de medio centímetro de diámetro, aunque también los hay gigantes: de unos 25 m de alto y 30 cm de diámetro. Los hay herbáceos y leñosos, cespitosos, más expansivos, y los hay trepadores. Están presentes de manera natural en todos los continentes a excepción de Europa. El bambú es uno de los materiales usados desde la más remota antigüedad por el hombre, para aumentar su comodidad y bienestar. En el mundo de plástico y acero de hoy, el bambú continúa aportando su centenaria contribución y aun crece en importancia.
Con las virtudes de las mejores maderas nobles en cuanto a dureza, belleza y estabilidad, además de una rápida capacidad de crecimiento, el bambú es una alternativa ecológica, funcional y estética a las maderas tradicionales. Los diferentes sistemas de fabricación y acabados hacen posible integrarlo en cualquier entorno sin importar las exigencias de uso, mantenimiento o estilo decorativo.
La belleza y la elegancia de un suelo de madera es difícil de emular por cualquier otro material apto para el suelo. En todo caso, una alternativa más sostenible en términos medioambientales es el suelo de bambú. Y es que, pese a que no es formalmente una madera, sino una herbácea, presenta unas excelentes propiedades. En primer lugar, es muy duro y resistente. Además, es la especie que más rápido crece de la tierra: hasta un metro por día. De este modo, el bambú solo necesita de 5 a 6 años para madurar por completo; frente a los 70 años de un roble –la madera más empleada en suelos– o los 100 del ipé (una especie tropical). La variedad de bambú empleada para fabricar suelos de parqué es el denominado bambú gigante o bambú ‘moso’, que crece en regiones tropicales.
La mayor reserva mundial se encuentra en China y cada año se llegan a cortar hasta un tercio de las plantaciones, lo que equivale a su re-forestación natural. La planta madre del bambú genera cada año brotes nuevos que, en pocos meses, alcanzan su madurez y longitud de hasta 20 metros. De este modo, no es necesaria la re-plantación, como sucede en el caso de las maderas tradicionales que requieren la tala de los árboles. Si a ello le añadimos que el bambú absorbe, de promedio, un 30% más de CO2 que los árboles, quedan claras las ventajas medioambientales de este producto. Y gracias a los tintes naturales podemos tener suelos y revestimientos de bambú de casi cualquier tono que solicitemos. Hay suelos de bambú tanto para interior como exterior. A la hora de elegir un suelo o revestimiento con carácter, personalidad, dureza, y ecológico, no lo dudes, en el bambú tienes una buena alternativa.
La mayor reserva mundial se encuentra en China y cada año se llegan a cortar hasta un tercio de las plantaciones, lo que equivale a su re-forestación natural. La planta madre del bambú genera cada año brotes nuevos que, en pocos meses, alcanzan su madurez y longitud de hasta 20 metros. De este modo, no es necesaria la re-plantación, como sucede en el caso de las maderas tradicionales que requieren la tala de los árboles. Si a ello le añadimos que el bambú absorbe, de promedio, un 30% más de CO2 que los árboles, quedan claras las ventajas medioambientales de este producto. Y gracias a los tintes naturales podemos tener suelos y revestimientos de bambú de casi cualquier tono que solicitemos. Hay suelos de bambú tanto para interior como exterior. A la hora de elegir un suelo o revestimiento con carácter, personalidad, dureza, y ecológico, no lo dudes, en el bambú tienes una buena alternativa.
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